EUROPA PRESS

21 junio 2023

 

¿Por qué no es recomendable la cirugía para perder pesos adolescentes obesos?

 

La gastrectomía en manga o manga gástrica, una intervención quirúrgica común para perder peso en adolescentes y adultos jóvenes obesos tiene efectos nocivos en los huesos, según un estudio publicado en 'Radiology', revista de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA).

 

"La obesidad infantil va en aumento y la cirugía de pérdida de peso es la forma más eficaz de reducir el peso y mejorar las comorbilidades cardiometabólicas", explica la investigadora principal del estudio, la doctora Miriam A. Bredella, catedrática de Radiología de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston (Estados Unidos) y vicepresidenta de Asuntos Docentes y Operaciones Clínicas del Departamento de Radiología del Hospital General de Massachusetts.

 

"Este es el primer estudio en adolescentes y adultos jóvenes que examinó los efectos a largo plazo de la gastrectomía en manga, el tipo más común de cirugía de pérdida de peso, sobre la resistencia ósea y la grasa de la médula ósea", añade.

 

La gastrectomía en manga extirpa aproximadamente entre el 75% y el 80% del estómago para restringir la ingesta de alimentos e inducir la pérdida de peso. El resultado es un estómago típicamente redondo que adopta la forma de un tubo o manga.

 

El número estimado de procedimientos de gastrectomía en manga realizados cada año aumentó de más de 28.000 cirugías en 2011 a más de 122.000 en 2020 en Estados Unidos, según la Sociedad Estadounidense de Cirugía Metabólica y Bariátrica, y la gastrectomía en manga ha superado al bypass gástrico como principal operación para perder peso.

 

Para el estudio, se inscribieron participantes de entre 13 y 24 años entre 2015 y 2020. Los adolescentes y adultos jóvenes tenían obesidad de moderada a grave. Los adultos jóvenes tenían un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más. Un IMC de 30 o más se considera obesidad. Los participantes adolescentes se encontraban en el 120% del percentil 95 específico de edad y sexo.

 

Hubo 54 participantes, 25 que se sometieron a gastrectomía en manga y 29 que estaban en el grupo de control. Cuarenta y un participantes en el estudio eran mujeres. En el grupo quirúrgico había participantes con al menos una comorbilidad relacionada con la obesidad, o un IMC igual o superior a 40. El grupo de control padecía obesidad, pero no tenía previsto someterse a una gastrectomía en manga, sino que recibió asesoramiento sobre dieta y ejercicio.

 

Antes y 24 meses después de la gastrectomía en manga, los participantes se sometieron a un examen físico, análisis de sangre y un TAC cuantitativo de la columna lumbar, para cuantificar la densidad mineral ósea volumétrica y realizar un análisis de elementos finitos, una técnica que puede estimar la resistencia ósea. La TC cuantitativa es una técnica muy precisa para detectar cambios en la densidad mineral ósea volumétrica tras una pérdida de peso extrema.

 

Los estudios han demostrado que la grasa de la médula ósea responde a los cambios en la nutrición y puede servir como biomarcador de la calidad ósea. Por lo tanto, los pacientes se sometieron a espectroscopia de RM de protones para cuantificar la grasa de la médula ósea de la columna lumbar.

 

Dos años después de la cirugía, el IMC de los adolescentes y adultos jóvenes descendió (-11,9, de media), mientras que se produjo un ligero aumento del IMC en el grupo de control (+1,5, de media).

 

En comparación con los controles, los pacientes de gastrectomía en manga presentaron un aumento significativo de la grasa de la médula ósea y una disminución de la densidad ósea y de las estimaciones de fuerza en la columna lumbar.

 

"Descubrimos que la resistencia ósea era menor dos años después de la cirugía de pérdida de peso, mientras que la grasa de la médula ósea, un marcador de debilitamiento óseo aumentaba, lo que sugiere que la cirugía de pérdida de peso tiene efectos negativos en la salud ósea", indica la doctora Bredella.

 

Añade que los años de la adolescencia son críticos para la formación de masa ósea, y que los déficits en la acumulación de hueso durante estos años podrían tener repercusiones a largo plazo en la salud ósea y el riesgo de fracturas en esta población más joven en etapas posteriores de la vida.

 

"Dado que la cirugía bariátrica se realiza cada vez más en adolescentes, es necesario hacer hincapié en su efecto sobre la salud ósea, especialmente a los médicos que seguirán proporcionando atención médica de rutina a estos pacientes --señala Bredella--. Esperamos que nuestro estudio aumente la concienciación sobre los efectos de la cirugía de pérdida de peso en los huesos de los adolescentes con obesidad".

 

Concienciar sobre la importancia de la salud ósea permitirá vigilar y tratar la masa ósea baja, administrar suplementos dietéticos óptimos de vitamina D y calcio e iniciar la terapia adecuada, si es necesario, subraya Bredella.

 

"Los efectos que hemos observado de la cirugía de adelgazamiento sobre la resistencia ósea y la grasa de la médula ósea también podrían identificar nuevas dianas para terapias novedosas", asegura.